jueves, 17 de junio de 2010

2012: Luces, cámaras y a ahorrar!

Ya que quiero retomar mi Blog, aprovecho para colgar acá una crónica sobre la película 2012, la cual escribí hace unos meses y como no me acordaba de que esto existía aprovecho para compartirla con todos vosotros.



Miércoles 03 de febrero de 2010.
2012: Luces, cámaras y a ahorrar

Ya empecé a reunir en mi cochinito para ver si algún día consigo pagar un boleto para el arca porque si esto se acaba, es mejor prepararse porque se nos viene en grande señores.
“¡Rápido todos a movernos como locos a conseguir jets privados y aeropuertos solitarios para irnos lo más lejos posible!” esas parecen palabras sacadas del mismísimo director de una de las películas más taquilleras y controversiales del momento, 2012. Pero antes de pensar que con estas características la película va a ser lo mejor con lo que alguna vez te puedas encontrar, mejor detente ahí pues las cosas no son como te las pintan.

Bajémonos un poco de esa montaña rusa de emociones encontradas a causa de comerciales y publicidades que nos incitan urgentemente a ver el largometraje que nos indicará cómo es que “se acabará el mundo” en todas las principales salas de cine. Lo primero que puedo apreciar dentro de la película 2012, es a un Roland Emmerich tratando de plasmar todas las ideas y catástrofes que se puedan realizar y ocurrir dentro de una película, causando todo esto en mi, aparte de un caos nervioso, la impresión de una saturación masiva visual impresionante. Aunque en este largometraje se puedan ver muchísimos escapes, explosiones, aviones que casualmente salen de la nada para ayudarte, naves tipo arcas, y en todo esto al final, a John Cusack con el cabello igual de perfecto que al comienzo, si el consumidor trata de ver un “más allá” de toda esta parafernalia nos encontramos con ¿qué? un vacío increíble.


Tengo que confesar que después de empezar a ver la película en el cine, esperaba y esperaba esa parte en donde me diría “ok, este es el mensaje” y ese momento nunca llegó. Supongo que se quiere transmitir que a veces "el final está más cerca de lo que uno cree" y no me extrañaría que este fuera, porque no es secreto para nadie que el director de esta película es así como que bastante fatalista. Lo que tengo sin duda que admitir es que me divertí tremendamente y que me mantuvo “pegada” a ella hasta el fin de la película o del mundo, o bueno lo que sea.

Siguiendo este orden, la película la podría definir con un “mucho con demasiado” todo el tiempo había demasiados extras, demasiado trajín, demasiada rapidez entre una catástrofe y otra, en fin, demasiada ciencia ficción para mí. Aún así, aunque el objetivo claro sea entretener en todo momento, no dejaba de pensar en que se me hacía bastante larga para la trama tan básica que la misma poseía. Por otra parte, los efectos especiales tengo que decir, fueron dignos de alabanzas, así como también la creatividad de la misma tanto como en el diseño de las escenas, las arcas y las consecuciones dentro del mismo film así que es mejor no perder el tiempo en tramas e invertirlo en disfrute.


En cuanto a mi percepción de la actuación de algunos personajes aunque no sepa tanto del tema, me atreveré a mencionar que estoy lejos de pensar que John Cusack (Jackson Curtis, el protagonista) sea un actor apropiado para este tipo de películas, a pesar de que parece que tiene ese “Je ne sais quoi” que a todos (menos a mi), les gusta. Mi actuación favorita por ser resaltante y diferente debo decir que fue la del hombre que hacía de Charlie el “profeta loco” interpretado por Woody Harrelson que al final resultó que no estaba tan loco como parecía. El resto de las actuaciones fueron poco resaltantes en mi opinión, pues realmente con tanto impacto visual cinematógrafico es difícil concentrarme en los demás.


El tema principal de la película, como todos los que la han visto saben es el “acabose” de la vida en la tierra, todo esto basado en la profecía del calendario maya que auspicia el fin del mundo el 21 de diciembre del año 2012, año que por cierto ya ha pasado a ser igual o más famoso que 1999 en donde si recordamos se auguraba un fin rotundo de la era tecnológica, entre otras cosas. Toda esta profecía maya vendría a ser como el Apocalipsis dentro de la Biblia en donde también se predice el fin de los tiempos conocido también como el día del juicio final.

Recordemos también (cultura general) que en el capítulo 7 del Apocalipsis se pueden ver similitudes entre esta palabra y lo que sería la representación de este fin según la profecía enmarcada dentro de “2012”. En la Biblia se nos indica acerca de “un gran terremoto en donde el sol se pondrá negro como tela de cilicio… Los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes” y todo esto y más, pero con diferentes palabras aparece en primer plano dentro de este film.

En resumidas cuentas podemos ver que todas estas profecías coinciden en varias catástrofes que sin ánimos de ofender a nadie, bastante que nos entretienen a la hora de verlo (no presenciarlo) y vaya que Emmerich supo plasmarlo a la perfección. 2012 está muy lejos de ser elegida mi película favorita del 2009 pero podría concluir diciendo que si es cierto que se nos avecina una catástrofe como esta, es mejor que vayamos reuniendo de centavito en centavito porque si el boleto de “la nave que nos salvará” costará tanto como se refleja en la película es mejor empezar a orarle a todos los santos porque la que se podría venir, no estaría nada fácil.

Tef

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